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La reducción de módulos del IRPF aprobada por Hacienda sigue provocando más enfados que entusiasmo. Pese a que inicalmente parecía que era bien recibida, con el paso del tiempo se siguen acumulando enfados en regiones, provincias y cultivos que hanvisto cómo no han salido favorecidos por esta rebaja. Los últimos en reaccionar han sido VA-ASAJA, LA UNIÓ de Llauradors y Cooperatives Agro-alimentàries, que lamentan la disparidad de criterios utilizada y la marginación de decenas de pueblos valencianos de la mejora tributaria. Asimismo, ASAJA Toledo pide que se incluya a la provincia

   En la Comunitat Valenciana, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), LA UNIÓ de Llauradors i Ramaders y Cooperatives Agroalimentàries de  denuncian que están recibiendo miles de quejas de sus asociados ante el caos y la confusión generada por el contenido de la orden de mejoras en la tributación a través del sistema de módulos del IRPF para compensar así las graves pérdidas causadas en el sector agrario por diversas circunstancias excepcionales, entre las que destaca, en el caso de la Comunitat Valenciana, los efectos de una sequía que se prolonga ya durante cuatro años.

Desde la C. Valenciana exigen un cambio radical de la normativa

   Las organizaciones señalan que las disposiciones decretadas por el Gobierno en esta materia “se caracterizan, efectivamente, por una gran disparidad de criterios que resulta inaceptable y que está provocando un gran malestar entre los agricultores valencianos, quienes no logran entender que un mismo cultivo radicado en localidades vecinas y que, por eso mismo, ha padecido con idéntico rigor las consecuencias de la sequía o de algún otro desastre climático reciba un tratamiento fiscal más favorable o más negativo por parte de Hacienda sin que exista razón objetiva alguna que explique o justifique esas diferencias”.

   Así, en producciones tan importantes y emblemáticas como los cítricos esas variaciones son tan acusadas que oscilan entre la tributación del 0,26 inicialmente prevista a una amplia gama de descuentos que abarcan desde el 0,22 hasta el 0,05. Lo mismo sucede en casos como los del caqui o las hortalizas, con rebajas que van del 0,37 inicial establecido para el caqui al 0,13 o al 0,05, mientras que en hortalizas esas variaciones se mueven entre el 0,26 y el 0,05.

   Por esto AVA-ASAJA, LA UNIÓ de Llauradors i Ramaders y Cooperatives Agroalimentàries de la Comunitat Valenciana exigen al Ministerio de Hacienda que rectifique de inmediato sus últimas disposiciones fiscales con el objeto de acabar con una discriminación que es profundamente injusta, que carece de toda lógica, que crea un agravio comparativo y que amenaza la rentabilidad de miles de explotaciones.

Asaja Toledo pide incluir a provincia en la reducción de módulos por sequía

Por su parte, Asaja Toledo ha remitido un escrito al Ministerio de Hacienda en el que solicita la modificación de la Orden que regula la reducción de los índices de rendimiento neto del IRPF correspondientes a la campaña de 2015, para incluir a la provincia de Toledo como beneficiaria de las rebajas por la sequía.

   En un comunicado, Asaja Toledo ha considerado que la Orden publicada el 6 de mayo no recoge el “pésimo año agrícola” que fue 2015 en toda la provincia de Toledo a causa de la falta de agua y que provocó una “importante reducción” de todas las producciones agrícolas de secano, dificultó la floración y cuajado en productos leñosos y frutos secos y la nascencia y desarrollo en herbáceos.

   La organización agraria ha recordado que, por ejemplo, la producción de aceite de oliva en Toledo fue de 16.000 toneladas y en cultivos herbáceos se perdió casi la mitad de la cosecha, a la vez que ha lamentado que no se hayan tenido en consideración los daños ocasionados por las tormentas de finales de verano en municipios de las comarcas de La Jara, Torrijos y Talavera y que provocaron importantes pérdidas en olivar, frutos de cáscara y maíz a la hora de fijar la reducción de módulos por municipios.

La UCCL ve que se genera agravios comparativos entre agricultores

   También la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) valora las reducciones aplicadas pero los considera insuficientes que, en determinados subsectores, no se haga extensible a todo el territorio castellano leonés.

   Destaca que estas rebajas, en el caso de Castilla y León, establecidas por provincias y municipios, las reducciones oscilan entre el 0.05 y el 0.26 para las oleaginosas, leguminosas, forrajes, cereales, patata y uva para vino sin DO. Sin embargo estas reducciones no se extienden a todo el territorio castellano y leonés, sino sólo a determinados municipios, por lo que la reducción es insuficiente.

   La rganización agraria asegura que las reducciones fiscales establecidas en las provincias y municipios de Castilla y León crea agravios comparativos entre agricultores según en el término municipal en el que se encuentren. De hecho, se ha observado diferencias en los módulos entre agricultores de municipios limítrofes, que tienen la misma orientación productiva y han sufrido los mismos daños a consecuencia de sequía o pedrisco, lo cual es inadmisible para la Unión de Campesinos de Castilla y León, por lo que demanda que se cambie esa mecánica mediante la determinación de reducciones bien a nivel comarcal, provincial o regional. Así, en el caso de las oleaginosas, leguminosas y cereales las circunstancias excepcionales han sido generalizadas en todo el territorio de Castilla y León.