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La gerente de la Interprofesional del Aceite de Oliva, Teresa Pérez, destaca el liderazgo español en grandes mercados -incluidos destinos clave como EEUU y asiáticos como Japón o China-, aunque queda camino por recorrer frente la popularidad que disfruta el producto italiano en algunos de ellos.
En una entrevista con Efeagro, la representantes de Interprofesional del Aceite de Oliva repasa la positiva evolución de la comercialización y las expectativas de futuro, teniendo en cuenta variables como la entrada en producción de las nuevas plantaciones, las barreras no arancelarias o el Bréxit.
El punto de partida es bueno, puesto que el aceite español acapara las principales cuotas de mercado en Italia (54,7%), EEUU (28,6%), Portugal (90%), Francia (61,2%), Reino Unido (63,2%), Japón (55,6%), Australia (63,2%), Rusia (59,9%) o China (76,4%).
P. ¿Es satisfactoria la evolución de las ventas?
R. Nuestros crecimientos van muy ligados a las disponibilidades de aceite cada año, pero es un producto que se demanda, que no es excedentario, sino todo lo contrario; obviamente, lo que tenemos que hacer es que aumente el consumo. A nivel global, en la última campaña crecieron tanto la demanda interna como las exportaciones.
P. En exportaciones, ¿Italia se confirma como principal cliente?
R. Durante la última campaña, aumentaron las exportaciones que van directamente a otros destinos de la Unión Europea (UE) diferentes y a terceros países, reduciéndose los envíos vía Italia. Es decir, ganamos capacidad de exportación directa a otros países y cada vez dependemos menos de la canalización a través de Italia.
P. El aceite español “barre”, con elevadas cuotas de mercado…
R. Tenemos liderazgo prácticamente en la mayoría de los grandes mercados. La asignatura pendiente sigue siendo Alemania, que tradicionalmente compra mucho a Italia. Debemos seguir trabajando.
P. En EEUU, también se desbancó a Italia como gran proveedor
R. Sí, superamos a Italia desde hace dos años y somos líderes indiscutibles en cifras totales. El Consejo Oleícola Internacional especifica que en los últimos cinco años, EEUU ha crecido el 11,3 % en importación de graneles y una gran parte de este aumento lo absorbe España. En envasado, mejoramos también en cifras absolutas.
P. Pero en parte del mundo se identifica el aceite con Italia.
R. (En el pasado) Hemos sido un actor silencioso, pero ahora toca hacer entender al mundo que el aceite de oliva de España es tan bueno como los italianos. O mejores…
P. Las barreras no arancelarias son un freno, ¿verdad?
R. Pensar que puedan desarrollarse trabas al comercio en países como EEUU preocupa porque es donde mayor capacidad hay a corto plazo de incrementar nuestras exportaciones, tanto por población como por su poder adquisitivo. Pero no es el único. En los últimos seis años, hemos multiplicado por tres las exportaciones a EEUU y Japón; por cuatro o cinco a China, por 1,5 a Reino Unido…
En el caso norteamericano, supera las 100.000 toneladas de importación y es nuestro segundo mejor cliente. EEUU no puede renunciar a que su población, que sufre problemas cardiovasculares y obesidad, pueda alimentarse de forma saludable y prevenir costes sanitarios. El aceite es un producto de excelencia.
P. Las nuevas plantaciones de olivos en el mundo, ¿son una amenaza o una oportunidad para divulgar la cultura del aceite?
R. Las producciones locales son una palanca más de comunicación para que los consumidores lo conozcan y lo consuman. Un ejemplo lo vemos en California, ya que sus plantaciones ayudaron a aumentar la demanda de aceite de oliva entre los norteamericanos.
En todo caso, hay que seguir de cerca la evolución de las superficies en los próximos años, porque tendrán que computarse en la balanza mundial de disponibilidades de aceite de oliva.
P. ¿El anuncio de Bréxit obstaculiza los envíos a Reino Unido?
R. A día de hoy no se ha verificado ningún freno y, más aún, las exportaciones han crecido el 2,16 % hasta septiembre de 2016.
P. ¿Está preparada España para comercializar producciones crecientes que, según algunos expertos, rebasarán el umbral psicológico de los 2 millones de toneladas en pocos años?
R. Conviene recordar que en 2014 se comercializaron 1,7 millones de toneladas. ¿Poder? Podemos hacerlo. Ya lo hemos demostrado. Las empresas están cada vez mejor preparadas y hay más profesionales trabajando en el fomento de las exportaciones, puesto que la capacidad de crecer en el mercado interior tiene un límite. Sabemos que hay que mirar al exterior y el sector lo está haciendo.
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