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Seguir una dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva o frutos secos ya no es sinónimo de ganar peso, sino todo lo contrario, según un estudio llevado a cabo por un grupo científico en el que participan expertos de la Universidad de Navarra (UN). El estudio, publicado en “The Lancet. Diabetes & Endocrinology”, lo ha elaborado el grupo multicéntrico PREDIMED en el que participan expertos de la Facultad de Medicina de la UN, ha demostrado que esta pauta de alimentación no sólo posee beneficios clínicos y metabólicos sino que también podría servir para prevenir el aumento de peso. Según ha informado el centro navarro en una nota de prensa, el trabajo se llevó a cabo durante una media de cinco años con un total de 7.447 voluntarios divididos en tres grupos.
Así, un primer grupo adoptó la dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva, otro siguió esta misma dieta pero suplementada con frutos secos y un último grupo recibió consejos para reducir el consumo de todo tipo de grasas.
Tras el seguimiento, se observó que los del primer y segundo grupo redujeron ligeramente su peso y centímetros de circunferencia de cintura, mientras que en los del tercer grupo no se observaron estos beneficios.
Se desmonta la teoría de que con esta dieta se ganaba peso
Según los autores, se trata de un hallazgo de “gran relevancia” porque demuestra los beneficios de dietas con alto contenido en grasa vegetal natural, como la dieta mediterránea, para la salud cardiovascular, diabetes y obesidad.
“Nuestros resultados tienen implicaciones prácticas porque el miedo a ganar peso con la dieta mediterránea ya no será un obstáculo para adherirse a esta pauta que tan abundantes beneficios clínicos y metabólicos produce”, según el catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UN, Miguel Ángel Martínez-González.
“Además, el trabajo es relevante para la salud pública en general pues desmitifica esa idea de que todas las grasas son perjudiciales”, advierte. “Es cierto que productos altos en grasas como la comida rápida, la mantequilla o los embutidos resultan muy perjudiciales, pero en el caso del aceite de oliva o los frutos secos, se trata de grasas ‘buenas’ que no sólo no interfieren en la pérdida de peso, sino que benefician a la salud”, añade el experto.
PREDIMED es el ensayo de mayor envergadura realizado sobre nutrición y prevención cardiovascular y en la investigación participan centros de toda España como el Clinic de Barcelona, la Universidad de Reus, la Universidad Málaga o la de Valencia.