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Las investigadoras Cecilia Armas y Nikola Teutscherova defienden en sus respectivos trabajos la captura del carbono en suelo mediante el desarrollo de la actividad agrícola y forestal como estrategia frente al cambio climático. Las dos expertas explicaran sus tesis en el marco de la VI Jornada sobre Conservación y Rehabilitación de Suelos de Huesca, que organiza el Instituto de Estudios Altoaragoneses en coordinación con la Escuela Politécnica de Huesca, el Instituto Universitario de Ciencias Ambientales y la Sociedad Española de Ciencias del Suelo. Según informan los organizadores, Cecilia Armas presentará los resultados preliminares de la investigación que realiza en el campus oscense sobre los efectos que las quemas controladas de matorrales, realizadas en el Pirineo para recuperar pastos, tienen sobre la materia orgánica y el ciclo del carbono del suelo.
Montes de las localidades pirenaicas de Tella y Buisán han sido escenario de las primeras quemas impulsadas por la investigadora para analizar su impacto en el suelo, su mayor o menor captación de carbono y sus efectos sobre la regeneración de la vegetación.
Por su parte, Nikola Teutscherova, de la Universidad Politécnica de Madrid, analizará las consecuencias que se derivan de la aportación de biochar (carbón vegetal procedente de quemas) en la mejora de los rendimientos de los cultivos y en la acumulación en los suelos de carbono.
La investigadora considera que la transformación de los restos de poda y de los residuos vegetales en este tipo de carbón puede reducir las emisiones de dióxido de carbono y enriquecer los suelos.
El profesor universitario David Badía, que coordina la jornada, asegura que el debate se centrará en el “papel crucial” que juega el suelo en la mitigación del cambio climático mediante la captura del carbono.
Según este experto, una emisión del 0,1 por ciento procedente del carbono del suelo en Europa a la atmósfera equivale a la suma de las emisiones de cien millones de automóviles”.
“Por eso -subraya-, el adecuado manejo del carbono del suelo es decisivo para reducir las emisiones y el cambio climático, además de para mantener la propia fertilidad del suelo”.