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El Gobierno de Castilla-La Mancha ha reducido ya el nivel de gravedad del incendio en el cementerio de neumáticos de Seseña (Toledo) y ha levantado la orden de evacuación, con lo que los vecinos de la urbanización El Quiñón pueden volver a sus casas. Asimismo, los expertos, según reconocen desde UPA Madrid tras hablar con la Consejería de Medio Ambiente, han tranquilizado a los agricultores y ganaderos de la Comunidad, al señalar que no hay ningñun riesgo de contaminación posible en sus cultivos o pastos. La única excepción podría ser algún cultivo muy cercano al foco del incendio, cuyos propietarios podrían recurrir al seguro para cubrir las posibles pérdidas. Asimismo, se ha reducido el nivel de emergencia tras disminuir el riesgo para la población y evolucionar favorablemente el incendio.

    Los vecinos de El Quiñón pueden volver a sus casas, pero el Gobierno autonómico, no obstante, recomienda continuar con las medidas de precaución como mantener cerradas las ventanas para evitar que las partículas generadas por el incendio puedan entrar en los domicilios.

   Asimismo, se mantiene activa la línea telefónica 900 122 112 para informar a la población de la situación del incendio. El incendio del cementerio de neumáticos de Seseña, el mayor vertedero de ruedas de toda Europa, que acumulaba 5.000 millones de neumáticos, comenzó sobre las 1.20 horas de la madrugada del viernes.

Los vecinos coinciden en que esto era algo que “se veía venir”

   “Se veía venir”, “es algo que se esperaba desde hace años”, “sabíamos que esto no se iba a quitar hasta que no pasara una desgracia”, son los comentarios generalizados de los vecinos de Seseña (Toledo) que se han acercado a ver cómo arde el mayor cementerio de ruedas de Europa.

    En la urbanización El Quiñón, en la que según los propios vecinos viven unas 9.000 personas, no se ve el ajetreo que podría ser normal para un barrio tan habitado, sino que el panorama son supermercados cerrados, bares con las persianas bajadas y calles sin coches aparcados y casi sin gente por las aceras.

   Los pocos vecinos que se pueden ver en la urbanización han ido a recoger ropa para pasar otra noche fuera de casa y, de paso, acercarse para ver cómo arde el cementerio de neumáticos de Seseña, donde se acumulaban 5 millones de ruedas y que, a pesar de las denuncias vecinales, se ha mantenido durante años.