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Cooperativas lácteas españolas mantienen contactos para impulsar la integración de la oferta e incluso abordar nuevos procesos industriales o de transformación, una vía que están dispuestas a explorar para sortear una grave crisis que pone contra las cuerdas a miles de granjas. En una entrevista con Efeagro, el director general de Cooperativas Agro-alimentarias de España, Agustín Herrero, destaca que “las iniciativas con cierta envergadura deben tener alguna vinculación con proyectos industriales y hay diferentes opciones” sobre la mesa, de manera que “a lo largo de este año, tendremos buenas noticias”. Según remarca Herrero, la dimensión “debe ir acompañada en muchos sectores de un proceso de transformación industrial”. En lácteo, de igual forma, “la integración para operar estrictamente con materia prima, con leche cruda, tendría un recorrido muy limitado”.
“Me consta que hay cooperativas que están trabajando en proyectos de futuro y hay varios en marcha” -recalca-; “proyectos empresariales que están en curso y pendientes de acuerdos o decisiones”. En su opinión, “el sector lácteo está haciendo los deberes y espero que durante 2016 tengamos noticias alentadoras”.
No cree que se pueda llegar a crear una Entidad Asociativa Prioritaria
Preguntado sobre si estos procesos tendrían como protagonistas a cooperativas de una o varias regiones, el director general avanza que “podrían ser autonómicos o supraautonómicos”. Eso sí, “Galicia tiene volumen suficiente para tener un proyecto importante”, propio, según esgrime.
En cambio, Herrero muestra sus reservas sobre la posibilidad de que surja en España alguna iniciativa auspiciada por cooperativas del lácteo para crear una Entidad Asociativa Prioritaria (EAP) que, al amparo de la última Ley de Integración gubernamental, relance fusiones supraautonómicas con ayudas públicas.
Hasta ahora, en el sector primario español, sólo han logrado tal catalogación Ovispain -que concentra el 15% del total de la cabaña de ovino de carne-; Dcoop -líder mundial en producción de aceite de oliva y aceitunas de mesa, así como en vino- y Grupo AN -mayor cooperativa de cereal nacional aunque opera en ámbitos tan dispares como la avicultura, el hortofrutícola o los transformados-.
Los requisitos exigidos son muy elevados. En el lácteo, el desarrollo legislativo requiere que la EAP resultante tenga una facturación mínima de 650 millones y, así, sólo podría prosperar un proyecto auspiciado por la mayor cooperativa en términos de ventas, Capsa.
Junto a Capsa (Central Lechera Asturiana) operan en el sistema cooperativo español Feiraco y Covap, que concurren en el mercado con grupos empresariales del calado de Celta (de la lusa Lactogal), Leche Río y hasta con multinacionales (Lactalis, Nestlé o Danone).
Las propuestas de la CE son desiguales: unas ayudarán, otras están en el aire
En cuanto a las medidas que propone la Unión Europea a nivel comunitario para sortear la crisis de precios de la leche -en un contexto de sobreproducción, volatilidad y caída de la demanda mundial-, el director general de Cooperativas reconoce que hay medidas concretas que ayudarán -como el aumento de los volúmenes de intervención pública- pero otras deben concretarse aún.
Entre estas últimas, cita la eventual activación del denominado “artículo 222” de la OCM -sería la primera vez que se aplica una medida de estas características en la UE-, que en la práctica permitiría acuerdos voluntarios entre organizaciones de productores y cooperativas en relación con la producción y gestión de la oferta.
“La CE tendría que explicar en un reglamento qué aspectos de la derogación de las normativas de Competencia se podrían hacer” o qué tipo de acuerdos interprofesionales serían viables, puntualiza.
Otra vía que sopesa la Comisión Europea es otorgar a los ganaderos la posibilidad de reducir temporalmente la oferta de leche para reducir el exceso de volúmenes y combatir la crisis. “Es una medida difícil de aplicar: o se hace de forma homogénea o puede suceder que el sacrificio no tenga impacto”, concluye.